No de lectores anónimos
21 de agosto de 2013
News
Hoy... a diferencia de lo que mis laberintos mentales imaginaron y exageraron, fue un día bastante bueno, el ánimo no decayó y el cerebro estuvo enfocado en lo realmente importante para mí: cine y libros.
Woddy Allen con: Manhanttan, Annie Hall y Match Point. Francis Ford Coppola con: la saga de El padrino. Y finalizando Scott Derrickson con: Sinister; han llenado mis días del fantabuloso séptimo arte. Me estoy dedicando a lo que me gusta, y sé que si quisiera podría hacer a lo Andres Caicedo, de cada película un escrito... pero también he de confesar que el insomnio del que padezco hace algo más de un mes, me agota en exceso. Y mantengo más dormida que despierta. Pero lo intentaré.
Hoy de casualidad agarré el libro de Vila-Matas "Bartleby & Compañía" y me tiene enganchada, me ha puesto a pensar que tal vez sufro de tal síndrome, aunque, como siempre digo: el tiempo lo dirá. Por otra parte sigo leyendo la obra de Stendhal, me tiene enganchada y sigo sin saber el motivo, quizá por eso me gusta.
Ando obsesionada con escribir algo... pero el problema es que todo lo que escribo no me gusta, quiero algo realmente original, pero me quedo en blanco, sin embargo el texto de Germán S me animó al respecto.
Ayer tuve un tipo de crísis emocional, se me vino el pasado-cercano encima y no puede hacerle frente, estuve llorando un buen rato, y escuchando música triste para sentirme mejor (al menos por lo que me identifico) sigo mal, ¿cómo mi amor bonito se convirtió en algo tan terrible? si lo pienso, el cómo es bien fácil: me vine para Bogotá, Paola se conoció con Natalia, se gustaron, se cuadraron y les importó un gran Pepino que yo fuera la ex de las dos. Y yo quedé volando, sin ganas de conocer más mujeres y hasta replanteandome el regresar con los hombres... aunque en el fondo sé que eso no pasará, que más fácil termino sola o mal acompañada.
¡mujeres! ¡destino! ¡suerte! que suerte tan negra... muy fructífera en tanto variedad, pero misera en cuanto a mi idea del amor.
Seguiré el camino que me lleva directo a la cama... es decir, a dormir.
Haber si así me levanto más temprano y dejo de mirar el techo durante tanto tiempo entre dormida y despierta...
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